Tony Duquette fue mucho más que un creativo de la era dorada de Hollywood: Escenógrafo, decorador de interiores, de exteriores, diseñador de joyas y de modas. Duquette se convirtió en uno de los baluartes de la imagen que tuvo el cine.
Sin embargo el legado del artista es uno variado e impresionante. Comenzó a trabajar como freelance para los entonces conocidos decoradores William Haines, James Pendleton y el diseñador de modas Adrian.
En 1949 se casó con la actriz Elizabeth Johnstone, integrandose así al ambiente de Hollywood. En la industria cinematográfica lo apadrinaron Vincente Minelli y Arthur Freed y fue parte integral de los decorados , el vestuario y el éxito de muchas películas.

Duquette creó su propio negocio en el 1949, ambientando lugares de esparcimiento como clubes de lujo, clubes nocturnos y megatiendas como la de Elizabeth Arden. En 1951 tuvo la fortuna de exponer individualmente en el Museo del Louvre, y a su regreso a Los Angeles County Museum of Art, inició una larga serie de exposiciones en distintas ciudades de Estados Unidos.
Con una fama bien ganada, durante las décadas del ´60 y ´70 continuó trabajando en distintos países del mundo como: Alemania, Austria, Irlanda, Francia, en América del Sur y Oriente.
La extraordinaria casa que Duquette construyó en Beverly Hills, llamada Downridge, es actualmente una sede para la promoción del diseño y la locación de muchísimas campañas publicitarias ligadas a la moda. Duquette falleció en el 1999 luego de una vida llena de logros, premios y honores.






