Antes de convertirse en un vampiro, el conde Drácula era el príncipe Vlad, que al enterarse de la muerte de su amada vendió su alma al diablo.
Así pasó el tiempo hasta que cuatro siglos más tarde, en Londres, encuentra a Mina, la reencarnación de su antiguo amor. Sin dudarlo articulará un ambicioso plan para ir en su búsqueda y recuperarla. Así se desarrolla la acertada versión de que el aclamado director Francis Ford Coppola rodara.
La película tuvo una buena acogida por el público y obtuvo 4 nominaciones a los Oscar de 1992, de los que ganó tres: Mejor diseño de vestuario, Mejor Maquillaje yMejor edición de sonido.
Pero fue el vestuario diseñado por Ishioka es uno de los grandes atractivos de la película.
La carrera de la artista empezó tras graduarse de la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio, dedicándose al diseño gráfico y a la publicidad enJapón. Su primera incursión en el cine vino de la mano de Paul Schrader, quien la contactó para que se encargara del diseño de Mishima. Una vida en cuatro capítulos.
Gracias a su trabajo, la diseñadora recibió un reconocimiento en el Festival de Cine de Cannes por su «contribución artística», junto al director de fotografía John Bailey. S
Su trabajo está incluido en la colección permanente de museos de todo el mundo, incluyendo el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Eiko Ishioka falleció el 21 de enero de 2012 en Tokio, producto de un cáncer de páncreas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.