El efecto Dietrich: Revela como el vestido transparente es mas popular que nunca
La moda impuesta por la actriz Marlene Dietrich durante sus míticos espectaculos en Las Vegas y París continúa siendo punto de referencia en la moda actual. Estas creaciones revelan una selección de vestidos que sugerían ser transparentes, sin embargo eran todo una estrategia de alta moda y seducción.
Estas obras maestras fueron creadas por el diseñador Jean Louis y eran referidos como los ilussion dresses y los vestidos souffle.
Los vestidos con transparencias han estado omnipresentes en el celuloide, y siempre fueron parte del vestuario femenino en la meca del cine americano.
Fue el vestido lucido por Dietrich en el clasico de Alfred Hitchcock, A Foreign Affair, del 1948 el que posiblemente colocó esta pieza de efecto ilusorio en el mapa de la moda internacional.
Los vestidos de ilusión o illusion dresses, llamados así por el efecto al desnudo de telas traslucidas bordadas en cristales, rhinestones, lentejuelas cuentas, encajes, estratégicamente colocadas, cobraron fuerza en la década de 1930.
Recordemos que en la alta costura, para la década del 20 se trabajaban espectaculares bordados sobre chifon.
Sería eldiseñador Walter Plunkett quien creó para Ginger Rogers en Flying Down to Rio (1933) un modelo con dicho efecto y fue imitado por las tiendas por departamento de la época.
Sin embargo, no fue hasta que Marlene comenzó a lucir una version mucho mas sensual en la década del 40 que realmente dejaron una impresión indeleble.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la artista recurrió a la legendaria diseñadora de vestuario Irene, quien le diseñó vestidos con dicho efecto para su gira con la USO.
Este guardarropa incluía dos tentadores vestidos de ilusión, con manga larga los que la artista lucia genialmente y elevaban la moral a lo largo de la línea del frente de guerra.
Fotos de Marlene luciendo el vestido aparecieron en revistas alrededor del mundo, incluso en la revista LIFE.
Este fue otro momento de estilo deslumbrante de Marlene, una estrella ya venerada por sus innovadoras opciones de moda tanto dentro como fuera de la pantalla.
Como ejemplo, ella fue en gran parte responsable de traer ropa de hombre a las masas cuando se puso un esmoquin en la película Marruecos de 1930.
Debido al impacto internacional que sus vestidos de ilusión hicieron en A Foreign Affair, Marlene recurrió a otro gran diseñador de vestuario a principios de la década de 1950 para obtener unos diseños con un efecto absoluto y de apariencia de alta costura, su nombre, Jean Louis.
Louis fue el responsable del estilo icónico de Rita Hayworth en Gilda (1946), y Marlene le encargó un vestuario para su nuevo acto de cabaret en Las Vegas.
El espectáculo y su estilo sugerente fueron muy populares -los vestidos de ilusión con pieles hasta el piso y esmoquin hechos a la medida fueron la carta ganadora.
En el 1962 Marilyn Monroe, quien era fanática de los vestidos de ilusión de Marlene le encargó a Louis un vestido similar para participar del evento que celebraba el cumpleaños del presidente Kennedy.
El modelo que parece cubrir a una Monroe desnuda se volvió icónico junto a la canción «Feliz cumpleaños, señor presidente» a John F. Kennedy.
La evolución de estos vestidos ha continuado, y se repiten nuevamente en las grandes pasarelas. Diseñadores como Bob Mackie, Jean Paul Gaultier, Zuhair Murad , Elie Saab y muchos otros han puesto de moda estos vestidos.
Posiblemente Murad es quien ha sabido actualizar este concepto y estilo en la moda haciéndolo muy suyo y uno de los favoritos entre las celebridades de la talla de Jennifer Lopez.
Cabe destacar que son los vestidos de Jean Louis los más celebrados, y esto se debe a los materiales que fueron usados, la forma en que estos vestidos fueron cortados y el modo en que se lograba cubrir el cuerpo estratégicamente, sin mostrar nada y a la vez , dando la impresión de estar desnuda.
Jean Louis, autor del vestido de transparencias.
Louis logró esto con unos monos o bodysuits en una tela de nylon matte, color piel. Una vez Marlene estaba en su bodysuit se le acomodaba el vestido, se accesorizaba, y creaba la impresión de ser una diosa desnuda, centelleante en cristales y bison.
No cabe la menor duda que esta colaboración entre diseñador y musa catapultaron la tendencia del vestido transparente al punto que 70 años después de su apogeo inicial, regresa para seducir y sugerir.
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