Zandra Rhodes podrá tener 77 años, pero todavía usa tacones de plataforma y cabello rosa intenso.

La diseñadora británica ganó fama por su línea de moda vanguardista y homónima en la década de 1970, solo para cerrar la tienda en la década de 1990.

Su Sra. madre fue  maestra y modista. ¿Qué aprendiste de ella?

Fue una mujer luchadora, muy trabajadora, siempre estaba enseñando, o cosiendo. Nunca se tomaba un momento de ocio en casa y no hubo televisor en la casa de mis padres hasta que cumplí los 17 años, así que me crecí escuchando la radio.

Eres conocida por haber desafiado el status quo. ¿Cómo sigues generando ideas nuevas e innovadoras?

A medida que envejeces, te preocupa si no lo haces, me gusta ir en contra corrientes. Esperas que el sistema no te haya vencido y que sigas teniendo ideas radicales. El problema es que cuanto más conocido eres, es mucho más difícil tener el tiempo para crear. Cuando nadie está interesado en ti, es más fácil realizar cosas únicas.

¿Cuándo es que realizas tu mejor trabajo, o sea, en que momento te inspiras, y empiezas a crear?

Cuando llevo dos semanas viajando a alguna parte: India, Egipto, Kenia, Japón. Me levanto, desayuno, camino y dibujo algo: al menos un dibujo o acuarela al día, tal vez dos o tres. Cuando haya terminado, tal vez vaya a un museo, o de compras. Mis impresiones casi siempre provienen de un viaje, cuando tengo la suerte de escaparme.

Cuando las grandes compañías de moda rechazaron tus diseños usted comenzó su propio negocio. ¿Qué consejo tienes para los jóvenes emprendedores?

Sigan adelante como puedan, no te detengas por nada, ni por nadie. No dejes que la gente te aplaste. Ten una creencia interna en ti mismo. Al final, lo que hagas saldrá adelante.

Hoy sufrimos de personas que desean la fama en lugar de ganar la fama a través de su trabajo. Tu trabajo es para lo que estás ahí, y debes hacerlo independientemente. Si te trae algo más, eso es un plus.

¿Alguna vez sentiste la presión para ser más comercial con tus diseños?

Cuando lo intenté, nunca funcionó. Siempre es el pensamiento original el que se vende mejor.

¿Qué tan involucrada estás en el lado comercial de su compañía?

Desafortunadamente, me consume  por completo. Tengo una pequeña empresa, por lo que dondequiera que esté, tengo que guiarme por cómo me va. Es un negocio muy personal.

En el pasado John Galliano, y otros diseñadores han copiado cosas de su trabajo y, por supuesto,  fabricantes de imitaciones han hecho lo propio. ¿Cómo te sientes al respecto?

Guardo un libro de copias. Había una colección de Galliano con un estampado que era una imitación total de uno de mis creaciones con faldas circulares. Tengo una foto de eso. Y luego mi vestido de hoja de plátano estaba en un diseño de Miu Miu. Marc Jacobs hizo una tela plisada con volantes de jersey que dijo que estaba ‘inspirado en Zandra Rhodes’, pero no se notó la diferencia. Al final del día mientras que me sigan buscando y haya demanda por algo autentico, ahí estaré yo …

¿Qué es lo bueno y lo malo de la industria de la moda hoy?

Creo que es un mundo más difícil y feroz. El champán, los bolsos y el perfume mantienen a las compañías en marcha. La ropa ya no mantiene de pie una marca. Las revistas están más interesadas en quién lleva puesto que, sin importarle quien sea, eso es una navaja de doble filo. Un cliente potencial le puede importar poco lo que el rapero o la cantante a quien acabas de regalarle tu  ropa tenga puesto. La realidad es que no se me ocurre nada bueno que decir. Pero trato de mantenerme en lo mio, así es que he logrado ser quien soy.

Y sin lugar a dudas Rhodes es una diseñadora autentica, original, y todo un hito en el mundo de la moda.