En el 2018 gracias a una convocatoria del Instituto de Cultura Puertorriqueña, y la profesora Rita Cerrame tuve la oportunidad de crear un ensayo sobre la relación que existe entre el cuerpo y la moda. -Pedro Lázaro
Esta experiencia se suma a la que ya me había expuesto durante la realización de mi documental De Guayaberas y Pasacintas/Our Passion for Fashion donde la relación entre las personas, las culturas y la sociedad fueron reveladas en un conversatorio.
A continuación fragmentos relevantes de ese ensayo:
Los refranes populares con relación a la batalla entre el cuerpo y la moda se escuchan con bastante frecuencia, sobre todo cuando se trata de algún estilo en particular: “A la moda lo que te acomoda” o “A la moda, aunque te joda”.
Hasta recientemente, las siluetas que imperaron en el mercado de la vestimenta fueron de estilos creados para una mujer delgada, alta, de cuello largo, de busto pequeño y cintura diminuta.
Esto suponía para la mayor parte de las féminas de cualquier región del mundo, un reto.
La moda está inextricablemente ligada a la forma física del usuario.
El corte de una prenda llama la atención a las zonas del cuerpo, acentuando y ocultando simultáneamente para lograr una silueta deseada.
Los medios de comunicación, alimentan el ojo y la conciencia colectiva con una definición de belleza en ocasiones irreal, y en ocasiones hasta extrema.
Fajas para moldear, levantar, separar, ocultar, regímenes de dieta, rutinas de ejercicio y cirugía plástica se han promovido como herramientas para alcanzar una figura que se adapte a una moda supuestamente ideal.
Sin embargo, el cuerpo de moda es una construcción cultural que ha cambiado a lo largo de la historia para enfatizar diferentes formas, proporciones, y sobre todo para vender algo.
C-Históricamente la moda ha servido de ente comunicador, esto según la profesora Rita Cerame
Además de proteger al hombre de su entorno y las inclemencias atmosféricas la vestimenta ha servido para distinguir una raza, un nivel social, una vocación y en ciertas partes del mundo esto cobró un énfasis absolutamente relevante gracias al pecado original, el protagonismo de las religiones, sectas, credos, y las iglesias dentro de las culturas.
Sobre el tema de la moda y el cuerpo conversé con la profesora y diseñadora Rita Cerame, una mujer que ha estado ligada al universo de la moda local desde que inició su carrera hace más treinta años.
Estudió en el Departamento de Arte, de la Universidad Interamericana, recinto de San Germán, donde realizó entre otras cosas, una concentración en Artes Gráficas y Pintura con el propósito de acumular piezas para su portafolio, para luego trasladarse a Nueva York.
En vez de llegar a la gran manzana Cerame fue enviada por su Sra. madre a estudiar a la universidad de la Florida donde obtuvo un Bachillerato en Diseño de Modas, y Mercadeo.
“Mis primeras obras fueron una colcha tejida en telar antiguo en cuatro colores, un kimono pintado en batik, con motivos cubistas, y unas pantallas en plata, inspiradas en alas de ave.”
La diseñadora laboró en la industria manufacturera del país, y fue la directora del Concilio de Diseño de Puerto Rico.
Una condición de salud que por poco la mantiene confinada a su hogar han hecho de esta una figura del medio que entendió la necesidad de que fuese el consumidor, basado en sus necesidades y su físico los que impusieran la moda, y no al revés.
Cuando Cerame regresó a Puerto Rico comenzó a trabajar en K-Jean (hoy tiendas Gatsby) en el municipio de Caguas.
Con su método de ventas a consignación aprendió a planificar todo lo relacionado al diseño y a la producción. Esto en base al comportamiento del consumidor donde por ejemplo recuerda que en
Mayagüez se vendían más los pantalones en mezclilla que las piezas en hilo, y en San Juan se vendían más vestidos y faldas que pantalones.
Fue ese comportamiento cambiante el primer indicador que apuntaba a que la moda, no solo en la isla, sino en el mundo cambiaba, porque el consumidor y sus necesidades eran otras.
“Luego de un fallido intento para establecer mi propia línea, siguiendo las recomendaciones del Concilio de Diseño y Tecnología (división de la entonces Oficina de Fomento Económico, hoy Compañía de Fomento Industrial) fui a solicitar empleo. Recuerdo haber dicho: Hice todo lo que me recomendaron, y nada sirvió. Quiero ofrecer mis experiencias en el mundo real para que esto no suceda más. Con el Concilio tuve la oportunidad de viajar regularmente a Nueva York y a Las Vegas, realicé consultoría para diseñadores nuevos, y para los ya establecidos, hice recomendaciones para proyectos de envergadura como lo fue la presentación del interior de la primera tienda Macy’s en Puerto Rico. Cuando la marea política produjo el cierre del Concilio, pasé a trabajar con el establecimiento del Bachillerato en Diseño de Modas de la Escuela de Artes Plásticas en el Viejo San Juan, y al momento es el departamento de mayor crecimiento en matrícula de esa Institución, cosa que me enorgullece”.
Posiblemente este caudal de experiencias convierte a Rita en la persona idónea para poner en contexto la eterna relación entre el cuerpo y la moda.
Según la ex directora: “Desde la aparición del hombre sobre la tierra se utilizó la indumentaria para comunicarse, esto mediante su físico.
Los seres primitivos lucían hojas, sogas, y frutas para distinguir su sexualidad, además de pieles de animales para destacar su fortaleza”.
La maestra añadió que la moda es un ente comunicador, y un espejo del tiempo.
D-La moda, espejo del cuerpo en las redes sociales
Hoy un nuevo avatar cobra vida en una forma de vestimenta que apela a nuevas exigencias por parte de generaciones que no suelen salir de compras, sino más bien realizan ese menester a través de un teléfono celular, una tableta o una computadora, esto incluye la adquisición de unos zapatos, una joya, una camisa, todo en un ambiente virtual que ofrece millones de alternativas.
Los cuerpos atléticos, musculosos, la obsesión por la perfección facial, por la salud, van amarrados a la moda, todos presionadas por los medios sociales. Resulta que hoy, queramos o no, protagonizamos un espacio en nuestras vidas el cual compartimos a diario por Facebook, You Tube, Twitter, o Instagram.
También existe un amplio renglón de oferta y demanda de un consumidor obeso, o pasado en libras que tiene acceso a vestir bien, y lo hace por las mismas razones que el que esta delgado.

Con la intención de proyectarse acertadamente, según su visión, gustos, e intenciones.
Según Cerame, ya no se le atribuye el nombre de moda plus, sino que se indica que tal o cual vestido se ofrece en tallas que van desde el 2 hasta el 22.
De esta manera se rompen los estereotipos, y se elimina cualquier detalle que intimide y evite una venta.
E-En cuanto a la creación de ropa en tallas grandes entendamos que este es uno de los grandes cambios en la moda actual.
El cuerpo se antepone como referencia para una tendencia en el vestir, que sirve para adaptarse al estilo de vida de una persona y su físico.
Además, la demanda por vestiduras para una amplia población que está en sobrepeso, y con alguna discapacidad ha creado todo un universo de vestimentas, que hasta recientemente fue alterno, y hoy su alcance es mayor.
F-Un documental que me abrió los ojos a la dinámica histórica entre el cuerpo y la moda
En el 2006 grabé un documental titulado De Guayaberas y Pasa Cintas, que habla sobre la relación del hombre con la moda, su afición por ella, y como la moda es vista, tratada y conservada, tanto en Puerto Rico como en otras partes del mundo.
Esta experiencia me iluminó en cuanto a todos los extremos que las sociedades han recurrido para poder lucir la moda, y la importancia que suponía ser parte de ella, para poder integrarse, o ser aceptado en diferentes grupos y sociedades. El material grabado en video nos traslado al Museo del Mundillo en Moca, donde conversamos con el director de dicha institución, Benito Hernández.
Otras figuras de la moda local como Carlota Alfaro, Harry Robles, Stella Nolasco, Gustavo Arango y Edgardo Bonilla fueron entrevistadas por este servidor. Sus revelaciones sobre la moda en Puerto Rico fueron importantes ya que entre otras cosas todos estuvieron de acuerdo que la mujer puertorriqueña le gusta la moda, le gusta estar bien vestida, siempre. Para estos modistos la puertorriqueña, no importa la ocasión o situación desea lucir bien, no es tímida a la hora de lucir sus curvas, es coqueta por naturaleza, el estar bien vestida, arreglada y acicalada es parte de su ADN.
Durante la filmación nos trasladamos a la ciudad de Nueva York donde visitamos el Metropolitan Museum of Art, y entrevistamos a la coleccionista de alta costura Iris Apfel, que recién estrenaba una extensa muestra de su guardarropa.
Esta exhibición fue una impresionante muestra de la intimidad que existe entre la moda y el cuerpo, en este caso el de la Sra. Apfel.
Piezas adquiridas en París, Nueva York, Capri, Roma, Turquía, y Milán daban testimonio del afán, los gustos y la vanidad por lucir todo tipo de moda y destacarse a través de un estilo. Esta presentación que estuvo en vitrina en el Costume Institute del Museo neoyorquino puso en evidencia un fuerte mensaje sobre la importancia que tiene para el hombre enviar un mensaje al mundo sobre quienes somos, y a quienes deseamos apelar, a traves del modo en que vestimos y adornamos nuestra figura.
G-Cambios y revoluciones imperan en la historia de la moda a favor de la mujer, y el cuerpo
Le pregunté a Rita sobre el papel de la mujer en la sociedad, y su relación con la moda:
“A medida qué pasó el tiempo la mujer descubrió que podía cambiar su rol social, y comenzó a alterar su apariencia luciendo atuendos anteriormente utilizados solamente por hombres”.
Así cambiaron las proporciones, los textiles, comenzaron a lucir el cabello más corto, y se pusieron pantalones.
Más adelante llegaron eventos geo-políticos que tomaron importancia. Las guerras obligaron a re-pensar nuestra función y participación en la sociedad agregando el factor económico a la ecuación al momento de vestir. Surgieron los racionamientos en adquisición de textiles y reglamentos para la mano de obra.
Concluyen los enfrentamientos y nace el concepto de moda como lenguaje no verbal. Los estilos se convirtieron en vocabulario. Los años ‘60 trajeron modernismo, los ‘70 mostraron revolución, los ‘80 abrazaron el consumismo, los ‘90 pusieron el minimalismo en el abecedario de las tendencias.
El siglo 21 es una amalgama de diversas manifestaciones; adoración por lo que es retro, deseo por saciar el hambre de tecnología, aprobación de elementos individualistas y creativos, en fin, un universo de prácticas inimaginables en una ruta hacia lo nuevo, lo desconocido, lo irreal».
H-Desde que el hombre es hombre siempre utilizó la indumentaria para comunicarse mediante su físico.
Mientras la mujer hacía lo propio decorando su cuerpo con colores, semillas y desarrollaba elementos creativos y el interés en establecer su posición en su entorno social; el hombre comunicaba su casta.
La mujer se dejaba utilizar como pieza decorativa que llegó a alterar la arquitectura de espacios públicos y palacios para que pudiera desplazarse de un salón a otro.
En este viaje por la moda y el cuerpo humano descubrí una exhibición de gran interés.
En la descripción de esta muestra se desprende que posee piezas como un corsé de hierro, pantaletas de la época de la escritora Jane Austen, además de vestimentas, textos sobre lo que era considerado una alimentación sana, y métodos para realizar ejercicios.
Según, Ali Bodley curador de historia de dicho museo, «En esta generación del selfie, se dice que nos hemos vuelto más conscientes de nuestra imagen que nunca antes, muchos van hasta los extremos con el fin de lograr el look ‘perfecto’, pero la realidad es que incluso antes de la edad de la cámara digital mucha gente se prestaba a cualquier extremo con tal de poder ajustarse a la moda, ya fuera realizando un cambio en la dieta, o utilizando ropa que modificara la forma del cuerpo. Hace apenas una década atrás las mujeres deseaban lucir como la modelo Kate Moss, o la actriz Nicole Kidman, hoy la figura delgada, tonificada a dado paso a un cuerpo de curvas, exuberante, como el de las hermanas Kardashian, o la cantante Beyoncé.
I-El comienzo de la moda de principios de siglo 20 reveló cambios drásticos en la moda, y en la estética del cuerpo.
La mujer atrapada en la época Victoriana por corsés, enaguas, medias, refajos, y todo tipo de elemento constrictivos en el vestir queda liberada con una silueta mas amplia y generosa.
Los años 20 trajeron la primera gran revolución en la moda donde la mujer eliminó el sostén, las fajas, y la falda subió casi dos pulgadas sobre la rodilla.
En cuanto a este particular Rita Cerame atribuye muchos de estos cambios a todo lo que ocurría en el mundo en aquel momento, y a Coco Chanel. «El «little black dress» fue el detonante en la vida de la modista. Este elemento la llevó a la fama como diseñadora.
Aunque no fue aceptado tan fácilmente, ya que por esa época el color negro se reservaba para las viudas. Sin embargo, muchas mujeres aceptaron con gusto el lucir este tono, porque iba de la mano de un diseño elegante y desenfadado».
Cabe mencionar, que la sencillez aportaba a que los atributos de las mujeres que lo portaban se destacaran. Chanel crea una silueta que se adaptaba a todo tipo de cuerpo, y esto lo logró tomando prestado prendas del uniforme deportivo, y del guardarropa masculino.
La tela escocesa llamada tweed fue incorporado por la diseñadora francesa como tejido clave para sus sastres, y las emblemáticas chaquetillas que luego fueron creadas en bouclé de lana y seda.
Que quede claro, y como dijera Joanne Entwistle en su libro El cuerpo y la moda: Una visión sociológica
La moda está pensada para el cuerpo: es creada, promocionada y llevada por el cuerpo. La moda va dirigida al cuerpo y este último es el que ha de ir vestido en casi todos los encuentros sociales. En Occidente, y cada vez más también fuera de él, la moda estructura la mayor parte de nuestra experiencia del vestir, aunque, tal como expongo en este libro, no es el único factor que influye en la vida cotidiana, puesto que otros factores, como el sexo, la clase social, los ingresos y la tradición, también influyen. El vestido de moda es aquel que encarna la última tendencia estética; es la prenda definida en un momento dado como deseable, bella y popular. Al manifestar la última tendencia estética y al poner a disposición del público ciertos tipos de prendas, la moda ofrece la «materia prima» para la vestimenta diaria, fabricada por multitud de entidades que operan en una variedad de sitios. Para comprender la moda se necesita comprender la relación entre los distintos organismos que operan dentro del sistema de la moda: escuelas técnicas de moda y sus alumnos, diseñadores y firmas de diseño, sastres y costureras, modelos y fotógrafos, así como editores, distribuidores, minoristas, compradores, tiendas y consumidores. Es decir, estudiar la moda implica ir desde la producción hasta la distribución y el consumo: sin las innumerables costureras y sastres no habría prendas que consumir; sin la promoción de la moda que realizan los intermediarios culturales, como los periodistas de moda, la «moda» en su función de marcar el último estilo no llegaría muy lejos; y sin la aceptación de los consumidores, los trajes de moda se quedarían colgados en las fábricas, en las tiendas y en los armarios. Así, cuando hablamos de moda, nos estamos refiriendo simultáneamente a una serie de organizaciones interconectadas y con puntos de coincidencia implicadas en la producción y promoción del vestido, así como en las acciones de las personas al actuar sobre sus cuerpos cuando se «visten». #DeBulevar
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