En el mundo del arte y de la moda existe un mantra producido por el ego en sobrepeso de algunos modistas de autodenominarse el creador de tal o cual cosa.
El trabajo de diseñar, moldear sobre un maniquí es un asunto serio, y es parte del proceso creativo.
En ocasiones vemos ropa que en realidad ya fue creada o inventada por otro diseñador.
Descubrir una prenda ya creada por otro diseñador puede ilusionar al modisto tal vez por que se identifica con esa silueta, o se parece mucho a lo que este o esta hace, esto se llama apropiación…
Los que abren un HOLA y sencillamente copian, literalmente sin pena alguna, y poseen temperamento artístico, eso se llama farsa o teatro…
Que conste, no es que este mal pero ojo, tampoco es moda original, es moda copiada.
Entre todas las siluetas que se han popularizado y cobran vida constantemente, existe un vestido que posee mas vidas que un gato.
Se llama el Infinite Dress.
Cada década alguna figura se auto-proclama el creador de este concepto, recurriendo a cambiarle el nombre y algún detalle del modelo y del patron.
Es un vestido que se puede transformar en diferentes siluetas, desde largos, puedes cambiar como se amarra, como se drapea, como convertirlo en diferentes looks, con diversos estilos para cerrarlo, en fin es una pieza que tiene miles de posibilidades.
Pues bien, la verdadera autora de este vestido se llama Lydia Mercedes Silvestry y nació en San Juan, Puerto Rico.
La pieza fue razón para un litigio legal muy sonado en la década del 70 donde el diseñador puertorriqueño Luis Fuentes demandó a Silverstry por plagio.
El modisto había creado un vestido como este para Wilnelia Merced durante el Miss Mundo, mucho antes de que Silvestry lanzara el suyo.
El caso se vio en corte y Silvestry ganó el caso por un tecnicismo.
Según la pagina de Silvestry, esta comenzó su carrera laboral como editora de moda femenina en el periódico ‘El Nuevo Dia’. El Gobernador de Puerto Rico le otorgó ‘La Medalla de la Comunicación’ por su desempeño sobresaliente en el campo periodístico. Lydia luego se convirtió en directora de Temas Magazine, una publicación latinoamericana con sede en Nueva York.
La pagina alega que en 1971, Lydia se mudó a Londres, Reino Unido, donde estudió moda en el London School of Fashion.
Después de que varias personas vieron y pidieron comprar su vestido, Lydia creó su propia compañía de moda para lanzar lo que llamó el VESTIDO INFINITO. Este vestido único está diseñado para usarse al menos en 100 formas diferentes.
Lydia Silvestry lanzó The Infinite Dress en una reunión de prensa en Londres, el 5 de mayo de 1976. Lydia abrió oficinas en Nueva York, París y Londres.
Poco después del lanzamiento, Vogue-England publicó la exposición más grande que se haya dado a una sola prenda, con Jerry Hall, la mejor modelo del mundo en ese momento, usando el Vestido Infinito.
Vogue encabezó el vestido como el ‘Camaleón’ debido a su increíble versatilidad de uso.
No hace falta decir que el ‘Infinito’ se convirtió en el favorito de la jet set británico, y apareció en las tiendas y boutiques más elegantes.
En 1980, la prensa francesa reconoció a Lydia por sus ingeniosos diseños en el evento ‘Gala de la Press’ en París.
Hoy existen muchas versiones y diseñadores que también se han copiado del concepto y hay muchísimas versiones de esta pieza de la década del 70, como el de Carol Horn, la versión creada por la casa de patrones Butterick, El Wonder Wrap de Simplicity, el creado por la modelo China Machado, algunas buenas, otras sencillamente copiadas.
Todas las marcas de patronaje sacaron un wrap dress o un wrap jumper versátil.
Lo que todas estas marcas tuvieron en común fue el éxito que obtuvieron con una silueta que en su momento era toda una novedad y todo el mundo había creado uno.
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