La casa presentó la campaña publicitaria de la colección de ropa de primavera-verano 2020, que revela a una mujer de Dior apasionada por la naturaleza.

Inspirada en las fotografías de Catherine Dior, la hermana del modisto, quien fue una heroína de carácter fuerte con un coraje ilimitado, Maria Grazia Chiuri creó siluetas elegantes y comprometidas como tributos que reinventan la herencia de Dior.

En el corazón de un bosque poético, con sus bordados y jacquards, estos retratan una vegetación exuberante como una memoria de las especies botánicas que componen la belleza y la diversidad de nuestro planeta.

Desde que se hizo cargo de las riendas de Dior, Chiuri se ha comprometido a transmitir un mensaje más profundo a través de sus espectáculos.

Debido al tema central de la colección, la naturaleza, se utilizaron 164 árboles procedentes de viveros en Francia, Alemania e Italia para transformar la pista de Dior en un bosque. No, no fue solo un espectáculo visual creado para sorprender a los asistentes a la semana de la moda.

Para la colección prêt-à-porter primavera-verano 2020, la modista se inspiró en las fotografías de archivo de Catherine Dior, mostrándola rodeada de flores en su jardín.

Una Esta fue protagonista esencial en la historia de Dior, fue una heroína valiente de determinación única y fuerza de carácter: encarnaba a la señorita Dior. No solo era ese su apodo, el primer perfume ahora icónico de la casa que se llamaba así en su honor.

Catherine cuidaba los jardines de la familia Dior. Era una jardinera en el sentido más completo y profundo del término: una mujer que cultivaba la libertad y la independencia, actuando en armonía con la naturaleza y el ciclo de las estaciones. Esta nueva colección evoca, a través de sus motivos y bordados, a través del brillo y la textura de la rafia, una visión de la vegetación exuberante, presentada a la manera de los herbarios, los catálogos vivos y la memoria de las especies botánicas.

Para Maria Grazia Chiuri, estas creaciones tienen poco que ver con la nostalgia o el renacimiento de una tradición decorativa.

Más bien, plantean preguntas, como al comienzo de un largo viaje, sobre lo que significa cuidar las plantas y las flores hoy en día. Aunque estamos viviendo en la era del Antropoceno, en la que el hombre gobierna el planeta, ¿es posible restablecer el equilibrio de esta relación? Tal cuestionamiento da lugar a utopías concretas, como la de Monte Verità, una comunidad basada en ideas de vanguardia que se fundó en Suiza a principios del siglo XX y que ha sido una fuente constante de inspiración para todo tipo de artistas desde entonces. El aura de este lugar singular, construido en el corazón de la naturaleza, ilumina una serie de vestidos llenos de color, del amarillo al rojo.