BETTYBOOP: Un documental la posiciona como uno de los primeros iconos femeninos del cine.
En un documental completo para el canal francés Arte, y la directora Claire Duguet exploran el significado del famoso pin-up animado en la cultura popular, pero también en la representación de las luchas feministas, desde su creación a principios de la década de 1930 hasta su aparición en la portada del The New Yorker, en medio del escándalo Weinstein.
En Betty Boop For Ever, un documental completo la directora Claire Duguet analiza la posición de Betty Boop en la cultura popular, pero también en la representación de las luchas feministas.
La caricatura Betty Boop fue inspirada por la cantante negra de Harlem Esther Jones
En 1929, con la caída del mercado de valores sumió a Estados Unidos en la Gran Depresión.Al mismo tiempo, las películas parlantes dieron sus primeros pasos.
En la pantalla, las actrices de Hollywood eran hermosas, seductoras, ideales para distraer cerebros masculinos preocupados por el desempleo y la economía a media asta.En los cortos animados, solo había una figura femenina: Minnie Mouse, el sabio ratón de ama de casa.Hasta que apareció Betty Boop.En su primera aparición, adoptó las características de un bulldog algo entrañable.
Pronto se convirtió en una mujer, la primera heroína de dibujos animados totalmente humana, la primera en desempeñar el papel principal en una serie animada.
De las flappers de los 20s al feminismo…
Como las flappers, esas jóvenes estadounidenses que desafiaban las convenciones sociales y sexuales, que salían solas, que bebían, que coqueteaban, a Betty Boop no le importaba cómo la miraban los demás.
Lo cual tiene sentido, dado que ella era un dibujo. Esto fue lo que le dio fuerza, pero también lo que la encarceló en una imagen de prejuicio, perseguida perpetuamente por hombres maliciosos que guardaban rencor contra su cuerpo, en un momento en que la romantización de las relaciones forzadas era rampante en la industria del cine. Pero a diferencia de los personajes dóciles encarnados en la pantalla por las actrices de Hollywood, Betty Boop se defendió.
Tanto es así que en noviembre de 2017, cuando estalló el escándalo de Weinstein, The New Yorker la presentó en la portada, frente a un hombre de espaldas a la pared con una bata abierta.
Es este personaje cargado de símbolos, que aún resuena en la sociedad actual, que la directora Claire Duguet explora en el documental Betty Boop For Ever, respaldado por los testimonios de Jeni Mahoney, la bisnieta de Max Fleischer, Chantal Thomas y Jean-Charles. de Castelbajac.
Debe estar conectado para enviar un comentario.