El miércoles, en un correo electrónico interno a sus colegas, la editora de Vogue e influyente de la moda Anna Wintour se disculpó por los errores del pasado relacionados con sus acciones racistas.
Wintour es la figura representada en el personaje de Miranda Priestly en el Diablo usa PRADA, vamos, para muestra basta un botón…
Dos biografías que acaban de salir al mercado por el editor Andre León Tally, y crónicas de otras figuras que han colaborado con la editora no la hacen lucir bien…

Racista, elitista, egoísta, traicionera, antitética, banal, tirana, vanidosa, y la lista sigue…
La editora de revista esta repensando todo en un momento donde su trabajo en Vogue podría esta en juego…
Hay que destacar que la historia de Anna no es la de un creativo que lucha por superar cientos de obstáculos.
Anna proviene de una familia adinerada, su padre estuvo envuelto en el negocio del publishing.
Digamos que el trabajo en Vogue a Anna se lo pusieron en la falda.
Su padre, Charles Wintour, fue el editor del London Evening Standard (1959–1976),.
Wintour se interesó por la moda cuando era adolescente. Su carrera en el periodismo de moda comenzó en dos revistas británicas.
Más tarde, se mudó a los Estados Unidos, con períodos en Nueva York y House & Garden. Regresó a Londres y fue editora de British Vogue entre 1985 y 1987. Un año después, asumió el control de la franquicia en Nueva York, reviviendo lo que muchos vieron como una publicación estancada.
Su uso de la revista para dar forma a la industria de la moda ha sido objeto de debate ya que la industria utiliza la publicación como trampolín, pero a grandes rasgos, no depende de ella…
Activistas por los derechos de los animales la han atacado por promover el pelaje, mientras que otros críticos la acusaron de usar la revista para promover puntos de vista elitistas, y una belleza cero inclusiva.
Gracias a su branding y su equipo de trabajo ha mantenido la revista Vogue a flote, aunque debemos recordar que Conde Nast abrió la revista en el 1892.
Esto lo digo porque gran parte de todo lo creativo en la revista ha salido de la mente de Grace Covington, y un admirable grupo de creativos freelancers.
Recordemos que una directora de revista es eso, y no necesariamente creativa…
En su disculpa a todas las personas de color, y de otras etnias que aun trabajan en Vogue, o fueron despedidas esta añadió:
“Quiero decir claramente que sé que Vogue no ha encontrado suficientes maneras de elevar y dar espacio a editores, escritores, fotógrafos, diseñadores y otros creadores negros.
También hemos cometido errores al publicar imágenes o historias que han sido hirientes o intolerantes. Asumo toda la responsabilidad por esos errores «.
Lo que Anna no menciona es en el lio en que esta metida por el despido de Shelby Ivey Christie. Christie trabajó para Vogue y la organización de medios de comunicación Condé Nast en 2016 como planificadora de ventas y marketing digital.
En una serie de tuits, Christie califica el tiempo que pasó en la compañía como el «momento más desafiante» y «miserable de su carrera», citando horas de trabajo agotador, disparidad para los empleados negros, y un ambiente de trabajo tóxico donde los comentarios racistas eran común.

Además de ser editor en jefe de Vogue, Wintour es directora artística y asesora del contenido global de Condé Nast, y ha sido criticada por una variedad de temas, entre ellos los relacionados con la insensibilidad racial.
A principios de la semana, Adam Rapoport, ex editor en jefe de la revista Bon Appétit de Condé Nast, se vio obligado a renunciar después de que circularan viejas fotos de él en color marrón en las redes sociales. Las fotos de Rappaport provocaron una discusión sobre cómo la revista, y Condé Nast como empresa, han tratado históricamente a sus empleados y trabajadores independientes que son negros, indígenas y personas de color.
La reacción a las crecientes críticas a Condé Nast ha sido rápida, y el miércoles parecía que el editor estaba dispuesto a hacer las paces no solo a través de las palabras, sino también con acciones. El miércoles, Bon Appétit publicó una disculpa en línea, y se comprometió a mejorar.
«No hemos aprendido o tomado apropiadamente de nuestros errores». La publicación escribió en su publicación. «Pero las cosas van a cambiar».
Otros editores también están tomando medidas proactivas.
Por ejemplo, el miércoles, Samira Nasr fue nombrada editora en jefe de la edición estadounidense de Harper’s Bazaar, convirtiéndola en la primera persona de color en ocupar ese puesto en los 153 años de historia de la publicación.
Sin embargo, lo que Wintour intentará hacer para corregir sus errores esta por verse…
Como editora en jefe de una importante revista internacional, tiene un alto grado de control, no solo sobre su personal, sino también sobre todos los elementos de la publicación y la marca.
Su trato a empleados, y personas de confianza aparentemente no ha sido el mejor y las consecuencias de esas desacertadas actitudes ahora la persiguen.
Tanto a través de sus elecciones editoriales como de sus decisiones ejecutivas, tiene el potencial de ayudar a remodelar Vogue y todo el mundo editorial de moda, en una plataforma mucho más diversa e inclusiva, no solo para voces negras, sino también para voces de una amplia gama de antecedentes.
Parecería ser que el futuro de la directora esta asegurado, es blanca, privilegiada y solo tendrá que poner a otra modelo negra en la portada de Vogue, y con eso sus fans se conformaran…
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