La década de 1920, la era del jazz, la época en que Coco Chanel inventó “un modo brillante de simplicidad” (Cecil Beaton), despojando a las mujeres de sus mejores galas, y liberándolas de la tiranía de los corsés, y las faldas largas; también fue el momento en que las mujeres llevaron el pelo corto.

Esta también fue la era de la prohibición. La década de la decadencia y el baile, de fiestas fantásticas, destacables por representar el verdadero espíritu de su tiempo.

Una época en la que F. Scott Fitzgerald estaba de vacaciones con músicos, escritores y artistas, como su esposa Zelda, Ernest Hemingway, Picasso, Stravinsky y Dorothy Parker, en la villa de la Riviera francesa de los socialites estadounidenses Gerald y Sara Murphy o de fiesta en el Ritz de París (Coco Chanel.
La trama durante The Roaring Twenties que Fritzgerald encarnó en su libro posee un atractivo duradero llamado «El gran Gatsby»: una historia de amor, una historia del poder de la ilusión, una de-construcción del sueño americano.
No vamos a comparar el libro con las versiones cinematográficas de 1974, o 2013 porque probablemente ni siquiera estaría escribiendo sobre el tema, esto por razones obvias.Vamos, ¿Cómo podría alguien poner en película la grandeza de Gatsby, que se mide por la intensidad de sus sueños, y que se describe de una manera tan detallada en el libro?

Sin embargo, las películas hicieron un excelente trabajo al retratar la Era del Jazz. Las escenas de la fiesta de Gatsby de la versión del 1974 parecían casi reales, debido a los trajes precisos, el Charleston, la bebida, el baile y los bailarines bien entrenados.

Y empiezo con la escena de la fiesta, ya que los vestidos, el vestuario es acertado, hermoso y es la única escena donde el personaje de Mia Farrow, que Daisy Buchanan parece una genuina flapper millonaria.

Vestidos glamurosos de cintura caída, cubiertos con abalorios, perlas que se balancean, el vestido de flecos plateados relucientes de Daisy, el tocado enjoyado, el vestido azul sin espalda de Jordan, una increíble capa de un solo hombro y un tocado inclinado con plumas (¿Qué tan hermoso es su peinado?).

Pero el verdadero impacto a la moda de los 70 lo fue la ropa de caballeros.

El sorprendente traje de tres piezas de lino rosa pálido es uno de los trajes más singulares de la historia del cine, y se ha escrito mucho sobre su simbolismo.
Ralph Lauren fue consultado sobre el vestuario de los protagonistas masculinos, y fue Lauren no Aldredge quien vistió a Redford para la cinta. La noche de los Oscar este quedó fuera del discurso de aceptación de Theoni V. Aldredge. Se sabe que esto ha sucedido con otras películas y lo dejo así. Lauren es el arquitecto de la moda masculina moderna, Aldregde ha desvanecido…
No creo que nadie pudiera haber hecho un mejor trabajo que Ralph Lauren diseñando la ropa de Robert Redford. Blancos de verano, tejidos trenzados, fundas de pedrería, oxfords impecables, esmoquin clásico, trajes a rayas, todo ello ilustrando la elegancia de la época. Son tan Jay Gatsby, tan Lauren, tan estadounidenses con una influencia clásica inglesa.

A lo largo de la película, Gatsby se viste a la moda de la época, pero usa la ropa a su manera única, que no podría expresarse mejor que mediante el uso del color. Robert Redford lleva el traje rosa con tanta convicción, ya que forma parte de la imagen del héroe que inventa Jay Gatsby, la misma convicción con la que cree que va a recuperar a Daisy.

Sin embargo, la versión mas reciente de El gran Gatsby es famosa por su vestuario, aunque muchos indignados de que una marca como Prada colaborara, y que por lo tanto la ropa haya perdido cierta validez de la época en que ocurre la trama. Todos olvidan que el éxito de una cinta depende grandemente en su publicidad, y mercadeo.

Sin lugar a dudas los vestuarios de Catherine Martin poseen cierto desacierto, pero básicamente eso se debe al entalle de muchas de las prendas. Las referencias que existen de la moda de los 20 reflejan una silueta relajada, casi desalineada de piezas ajustadas a la cadera en telas fluidas. Pero, que quede claro, en los 1920s se usaba ropa pegada.
Existen dos géneros de vestuario cinematográfico histórico: El preciso, o acertado y el artístico.
Juzgar cualquiera de los tipos según los estándares del otro resulta en insatisfacción: Los trajes muy precisos que son verdaderamente representativos de su época a menudo serán poco atractivos, o incómodos para el ojo moderno, mientras que los trajes muy estilizados pueden frustrar a un espectador que esperaba ver reproducciones lujosas para un era particular.

Pero ambas opciones tienen las mismas ventajas: Con la libertad de usar influencias modernas, un diseñador de vestuario puede hablar más claramente a una audiencia moderna, y con estándares más estrictos de autenticidad pueden dar la impresión de que los personajes han salido directamente del pasado. Si bien puede criticar una película con vestuarios artísticos por inexactitud, o una producción centrada en la precisión por ser extraña, o por perder demasiado tiempo en detalles, concentrarse por completo en esas cualidades es ignorar una imagen completa de lo que se intentó realizar.
Ciertamente el impacto de la moda proveniente del cine siempre es abarcador y no hay un mejor ejemplo de la influencia del cine en la moda que las ultimas dos versiones del clásico literario de Fritzgerald a la gran pantalla. La versión del 1974 le sirvió un Oscar a Theoni V. Aldredge. Mientras que la película de Baz Luhrmann también obtuvo un Oscar para Martín como mejor vestuario. Ambas películas fueron celebradas por los grandes editores, y fotógrafos de moda, e impactaron las colecciones de dos décadas.

La moda FLAPER como se conoce en la historia de la moda es de gran importancia porque rompió con todos los parámetros y esquemas establecidos de como una mujer debía vestir, de cierto modo libero a la mujer, y esta nunca miro para atrás.
Las flappers de la década de 1920 fueron mujeres jóvenes conocidas por su libertad enérgica, que adoptaron un estilo de vida que muchos en ese momento consideraban escandaloso, inmoral o francamente peligroso.

Ahora considerada la primera generación de mujeres estadounidenses independientes, las flappers empujaron barreras en la libertad económica, política y sexual de las mujeres. Enhorabuena…
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