El diseñador Romeo Gigli revolucionó la forma de concebir la moda ofreciendo a lo largo de los 80, una silueta de lujo etéreo, diáfana, una propuesta que parecía sacada del periodo bizantino, y de la antigua Roma. Volumen, drapeado, y un entalle fluido el cual hacia contraste con accesorios llamativos, de gran tamaño, y apariencia con un referente artístico, e histórico.

Las creaciones firmadas por Romeo Gigli han sido capaces de fascinar. Primero con la colección, para las pasarelas de Nueva York, y Milán en el 1983, luego dentro de la programación oficial del prêt-à-porter, más París con su desfile de moda en 1988 donde su sello se internacionalizó.

Detrás de cada vestido, más allá de la tela, vive un pensamiento, una exploración profunda a través de eras, libros y mundos distantes.

Sus creaciones cobran vida en el cuerpo humano con ligereza, y gracia, al igual que elementos vivos y orgánicos, pasando de una dimensión bidimensional a una tridimensional.

Los diseños geométricos de la ropa exterior, y del vestido se rompen, y luego se vuelven a ensamblar, siguiendo planos geométricos suavizados, que adquieren su estructura, y ajuste sin costuras según quién los lleve.

Gigli produjo prendas siempre sutiles, y sofisticadas. Combinó un espectro de colores apagados con un fluido sentido del corte, y del drapeado para dar una sensación de equilibrio, y armonía a todos sus diseños, quizás como resultado de su formación arquitectónica.

Sus principales influencias son las bellas artes, y los viajes, ambas evidentes en el lujo renacentista de las telas que usa, y la mezcla de influencias culturales discernibles en su forma, y decoración.

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Una belleza escultural suave impregna tanto su ropa de día como de noche, con un talento para moldear la ropa al cuerpo de una manera elegante, y favorecedora sin que se adhiera nunca con demasiada fuerza, o restricción.

Cada elemento es exclusivamente orgánico, no decorativo, gracias también a un estudio profundo de los tejidos.

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La revolucionaria forma de huevo evocó una nueva era del Renacimiento dentro de la industria de la moda.

Después de años de ausencia, la marca vuelve con su nuevo dueño Eccentric, que da la evolución estilística de la marca a Alessandro De Benedetti, abrazando su nuevo comienzo de la colección SS / 20.

La elección de Alessandro De Benedetti como el capitán creativo de la marca proviene del abogado Pietro Suaria, socio principal de Eccentric Srl, que está seguro de ser realmente el único diseñador que tiene en su ADN el sueño y el gusto de Romeo Gigli.

El principal objetivo de la marca, enteramente concebida, creada y fabricada en Italia, es encontrar de nuevo el toque mágico, y sofisticado que marcó la etiqueta dentro del Olimpo de la moda.