El MBFW MÉXICO celebra quince años de evolución

La semana de la moda en México arrancó con una cartelera de diseñadores que abarcan la moda por todas sus vertientes actuales. La moda como producto nacional, la moda como propuesta artística y comercial, la moda sustentable, y la moda sostenible.

Ahí estriba la diferencia de está nueva edición que a sus 15 años muestra una madurez, y como diría Beatriz Calles directora del evento: ¿Qué es lo que tiene esta plataforma de moda que a todos los que estamos dentro nos empuja a seguir y seguir, a aceptar cada reto, a aprender de nuestros errores y dar lo mejor en cada edición?

«La respuesta está en el crecer, innovar, apoyar, comunicar y creer que en nuestro país hay mucho talento, ver crecer a los creativos edición tras edición y que en cada una de ellas demuestren la calidad de lo hecho en México. Esto nos ha impulsado a tener la pasión por seguir y generar una industria constante, aunque gradualmente sólida, que a pesar de que aún nos falta camino por andar estamos orgullosos de los triunfos logrados a quince años de nuestra primera edición como Mercedes-Benz Fashion Week México». 

Aquí  la pasión hermana a un grupo de creativos y los hace trabajar juntos, no los separan los egos, ni las inseguridades como pasa en tantos lugares… Tal vez ahí está el ingrediente que falta acá.

Esta temporada cuenta con: Alexia Ulibarri presentada por Mercedes-Benz, Alfredo Martínez presentado por Tequila Volcán, Carla Fernández, la bienvenida a Cristeros, Daniela Villa, Francisco Cancino por Stella Artois, Julia y Renata, Kris Goyri por Mercedes-Benz, Lorena Saravia, Lydia Lavín, Marino, Pineda Covalin, Pink Magnolia y Vero Díaz.

Si hay que hablar de moda mexicana, Pink Magnolia es una de las marcas clave para comprender la industria hoy. No es una casualidad: crearon un estilo único que sobresalía de lo que se encasillaba como moda nacional: ultra femenino, con un dejo de la estética naif en perfecto equilibrio con lo atrevido y la salida de los materiales reservados para “ropa de noche” en shorts, faldas y suéteres, por ejemplo.

Una década después, se mantienen vigentes sin sacrificar esta cualidad inicial. En esta colección, llamada Colores, hacen una fusión de lo más versátil de la marca con los iconos que se han convertido en enunciados de Pink Magnolia: la comodidad de los sweatpants de su pasada colección cápsula con el toque necesario de excentricidad que otorgan los olanes, los estampados, los brillos.

Pink Magnolia

La quinta colección de la firma homónima del diseñador Francisco Cancino llega como una re-afirmación de la libertad y la memoria como motor de creación.

Plisados, mangas con volumen, líneas rectas con propósito y un halo artesanal que evade lo cliché. Yuria es una especie de diario atemporal, que sucede en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en la década de los años 80.

El diseñador sabe muy bien cómo conectar con sus raíces y con memoria, ese recurso infinito que suele conectarse de maneras peculiares con quiénes somos y quiénes seremos. Así, esta entrega conjuga las bases conceptuales de la vestimenta en 1980 y aquellos viajes de Cancino a poblados cercanos de la región cuando era niño, los recuerdos de los artesanos y las artesanas vestidos con motivos locales, con tradiciones más allá del tiempo.

Para Yuria, los recursos locales fueron clave: desde la inspiración, claro, hasta algunos elementos textiles. Es claro que el espíritu creador sin ataduras fue la base: cada prenda se siente lúdica, con cierto dejo de experimentación sin perder de vista la esencia pura de la marca. Yuria nos presenta 41 salidas que van desde el rojo, naranja y amarillos, hasta verde, blanco y gris, sin dejar atrás un serie de neutros como el color crudo, el avena y el avellana.

Julia y Renata: Manos libres

La manos son el inicio de todo. Son herramientas, motores en el proceso de creación, medios de exploración hacia el mundo y hacia nosotros mismos. Este es el eje rector de las diseñadoras tapatías en esta colección revolucionada; un mismo pensamiento que se alarga, pero lo hace con nuevos matices correspondientes al ADN de la firma desde sus inicios hasta hoy: lo acromático.

Julia y Renata presentan una continuación de Manos libres, la colección cuya sede fue el Museo Internacional del Barroco en Puebla, como una serie de piezas que se enfocan en nuevos procesos. Se trata de una aproximación que lleva al espectador a la esencia de la manufactura: cada pieza ha sido modelada a mano libre sobre un maniquí en mikado de seda, lino, lana y gasa de seda.

Esta entrega se enfoca en los colores neutros —del blanco al negro, de la ausencia al todo—, una completa oposición conceptual a su predecesora donde los estampados eran los protagonistas, pero mantiene la experimentación con formas y nuevos pesos en las telas revelados bajo un patronaje disciplinado, impecable.

La presentación se basa en el trabajo colaborativo, una tradición ya para este dúo. De la mano de Baku Artesanal, los zapatos homogeneizan los dos matices de la colección —sandalias con colores contrastantes y una textura que rompe con la seda—, joyería de Ricardo Peiro que dialoga con las texturas pesadas y da un toque de movimiento a las más rígidas. Además de texturas de sonido en la pasarela por Niño De Elche, un artista que experimenta con el género flamenco y que las diseñadoras descubrieron, como una obra de la casualidad, en un viaje a España.

La colaboración es el camino:

En el año XV, la Semana oficial de la moda en México tiene muchas historias que contar. Beefeater las ha recopilado para una exhibición especial en el marco de la edición 30 en la CDMX.

A 15 años del nacimiento de Mercedes-Benz Fashion Week México, la moda mexicana se ha presentado en sedes espectaculares. Al interior de una rotativa de un periódico; dentro de un tren del sistema de transporte; ante las curvas del Museo Internacional del Barroco en Puebla y hasta el Ángel de la Independencia. De la mano de Beefeater London Blackberry, llegan a la celebración de nuestro XV aniversario una serie de 15 botellas de edición limitada, intervenidas y realizadas por diseñadores, fotógrafos, estilistas y creativos de la industria mexicana.

No solo el cruce de posiciones en la industria hace posible a la moda mexicana. También otras formas de ver hacia el futuro, encontradas en las artes visuales y demás líneas de trabajo que se encuentran en las disciplinas creativas. Del florecimiento de nuevas relaciones de inspiración mutua encontraremos rutas hacia un presente dedicado a la construcción de un entorno sustentable.

Vero Díaz: Studio Paraíso

En su ciudad, Vero Díaz nos abrió las puertas en un espacio icónico de Mérida. Con Studio Paraíso, la diseñadora celebra 10 años de carrera en la industria de la moda y lo hace con una colección que se enfoca en explorar nuevas facetas, ideales y actitudes. Esta presentación se une a la inauguración de su showroom en la ciudad, un oasis para aquellas que buscan una propuesta fresca, siempre renovada y llena de alegría para las temperaturas más cálidas.

El color blocking fue la clave para esta pasarela; entre naranjas, rojos, verdes, lilas y todos los colores que atraviesan en espectro, Studio Paraíso se centra en la alegría, en el placer del vestir, no para la vida cotidiana, sino para una celebración. Cada una de las prendas tiene dejos del recorrido de Díaz en estos 10 años: los encajes, los plisados, la estructura. Es una fusión de lo que ha sido y lo que será en los siguientes años.

Además, esta celebración se une a un lanzamiento especial: la primera línea de relojes para mujer de Panerai. Una colección a base de metales preciosos y madre perla que complementó los looks clave de esta colección.

Como anfitriona de Mercedes-Benz Fashion Week en Mérida, Vero Díaz se enfocó en la sustentabilidad para esta colección con el uso de telas existentes en su taller y el aprovechamiento de los retazos de tela, una de las fuentes principales de desperdicio en la industria de la moda.

Armando Takeda: México lindo y querido

México es sinónimo de color. Armando Takeda presentó su colección México lindo y querido, una propuesta para otoño / invierno que resalta las tradiciones de la región con su herencia japonesa, además de líneas que su marca ha trascendido por varios años.

Se trata de una colección jovial, ya que crea un mix & match responsivo con estampados en colores similares y justos en su proporción, combina formas para exaltar a la mujer y se enfoca en los accesorios como un complemento que da el toque justo a cada atuendo.

La colección es única a su manera: tiene texturas diversas que conviven, siluetas que a primera vista parecen reconocibles y materiales que Takeda ha sabido aprovechar fuera de lo obvio, como la piel de nopal y bordados huicholes, una carta de amor que se lleva puesta.

La semana de la moda en México continúa y culmina el 15 de octubre, pendientes a más del MBFW México!