En medio de aquellos diseños ultra estructurados, entre sastrería, alta costura de lujo, siluetas de criaturas fantástica, bordados extraordinarios y androides celestiales surgieron las fragancias vanguardistas de Thierry Mugler, estás han sacudido todos los códigos de la perfumería, no solo en París, sino en el mundo…



¿El ADN olfativo de los perfumes Mugler? Una estela rica, golosa, mística y ultra femenina. Todo comenzó con Ángel, en 1992. Mientras que la tendencia olfativa era por los aromas higienizados al estilo americano, frescos y limpios, Thierry lanzó su primer perfume a contracorriente de todo lo que existía en ese momento. ¿Su idea original? Un aroma que le recordaría su infancia, los pasteles de la abuela, el chocolate y el algodón de azúcar.



La misión fue encomendada a Olivier Cresp, quien, tras 630 pruebas, presentó un perfume en el origen de una nueva familia olfativa, la del aroma gourmet con fondos orientales. El sorprendente aroma combina un dulce pachulí con notas de vainilla, caramelo, cacao y maracuyá.

Pero sobre todo, la fórmula contiene etil-maltol, un aroma utilizado por primera vez en perfumería fina, que le confiere un sabor absolutamente gourmet sin precedentes.

El resultado, un contraste entre notas frescas, voluptuosas y gourmet, encarnado por la modelo Jerry Hall en una campaña mística, que dio en el blanco de inmediato.

30 años después de su creación, Ángel se mantiene como uno de los perfumes más vendidos en Francia, y considerado por los connoisseurs como uno de las mejores fragancias del mundo.

La columna vertebral maderada de Ángel se ha convertido en la firma olfativa común de todas las fragancias de Mugler, cada una retorcida con un ingrediente raro que la hace especial.

Entre ellos, la nota de ámbar blanco de Alien, un jugo a base de jazmín embriagador, la sorprendente nota de ruibarbo de Aura, o incluso la mezcla dulce-salada a base de caviar de Womanity.

Muchos aseguran que los perfumes de Mugler poseen un elemento que despierta el deseo, una leyenda a voces que le ha dado un aura de objeto de deseo a esta linea de perfumes.

Los perfumes Mugler también destacan por sus frascos, auténticas joyas de alta tecnología, complejas y caras de producir. El ángel en forma de estrella, diseñado por Thierry Mugler, fue producido por Verreries Brosse. Más tarde, el talismán de Alien, la capucha de esfinge de Womanity y el ataúd en forma de corazón de Aura vinieron a completar esta colección, como obras de arte.
La idea, con este tipo de creaciones, es poder conservarlas de por vida.
Así nació “La Source”, permitiéndote recargar tu perfume en el punto de venta de forma indefinida, y situando a los perfumes Mugler en un enfoque eco-responsable mucho antes de su tiempo.
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