La más reciente entrega de los premios ÓSCAR dio inicio con su acostumbrada alfombra roja, y luego… una bofetada.

Y se acabaron los ÓSCAR, no me pregunte quien fue la mejor actriz, o el mejor actor.
Tampoco sé quién ganó por la mejor banda sonora, y mucho menos recuerdo que película fue celebrada por el mejor vestuario.

¿Quiénes presentaron premios, quiénes sirvieron de anfitriones? … no recuerdo.

Sólo sé que a mitad de espectaculo el comediante Chris Rock pasó al escenario, hizo una broma donde comparaba el look de Jada Pinkett Smith (compañera del actor Will Smith) con la apariencia de la actriz Demi Moore cuando interpretó a G.I. Jane. Que dicho sea de paso me pareció más bien un halago que un insulto.
Mientras esto ocurría la cámara mostraba a los Smith riéndose con Rock.
De repente cuando el comediante esta concluyendo el chiste, Pinkett levanta la vista. He aquí un contacto de miradas entre Jada y Will.
Así se incita que Smith se levante de su mesa suba al escenario, abofetea a Chris Rock, y se le caga en la madre. Vamos, algo así.
Entonces, después de 30 años de carrera a Will Smith le costó una fracción de segundos hacernos olvidar que es actor, que ha luchado mucho para llegar hasta donde esta, y peor aún, hizo en un abrir y cerrar de ojos que nos olvidáramos que se había ganado un Oscar como mejor actor.
Sus acciones empañaron toda su trayectoria.
DE ESO ES QUE SE TRATA ESTE ASUNTO, NADA MÁS
Se trata de cómo podemos ser nuestros peores enemigos en un momento de cólera, o en un momento dónde estamos consumiendo alcohol, y drogas.
En un mundo tan convulsionado, tan herido, tan desigual e injusto, la intolerancia es la primera reacción provocada por la transgresión, sea la que sea.
Lo vemos todos los días, en un solo respiro una persona puede adular, e insultar como si nada.




En los espectáculos televisados del OSCAR, siempre hubo comediantes, y comedia.

Desde Charlie Chaplin, Eddie Cantor, Bob Hope, Milton Bearle, Jack Benny, y más recientemente Johnny Carson, David Letterman, Ellen DeGeneres, y Whoppi Goldberg.
El chiste centrado entre los artistas de esa comunidad tan exclusiva, la elite del cine norteamericano siempre han sido comidilla, y parte del asunto de esa noche de premiaciones.
Pero no es lo mismo, el cine no es el de hace diez años atrás.

Mientras que las producciones van tornándose más colosales, la imagen de los artistas va tornándose en una más corriente.
Y esto aplica a todo en los medios, donde en muchos sentidos la calidad por ejemplo de la televisión, y sus personajes han bajado de categoría.
Existe un culto a la basura, tanto en la música como en el cine y la sobre todo en la televisión debido a que el público intelectualmente también ha bajado de categoría.
Eres lo que consumes…
El pensamiento critico, y la exigencia por elevar la calidad de vida también debería trastocar los medios.
El analfabetismo esta vivo hasta entre los más educados… busca y encontraras. Más cuando si a cambio de alimentar al publico con basura te haces millonario.
Que quede claro, independientemente de cuál haya sido la motivación de Smith, la agresión no era la respuesta.
No solo perjudicó su nombre, sino que convirtió la noche del OSCAR en el show de Jerry Springer. Eventualmente ese programa fue cancelado debido a las demandas, y amenazas de muerte entre los invitados.
Pero este tipo de evento ha tenido peores consecuencias:
Durante un episodio de 1995 de The Jenny Jones Show ( otro programa como el de Springer) , Scott Amedure reveló su enamoramiento por Jonathan Schmitz, quien creía que estaba allí para volver a estar con una ex novia, pero en realidad era Schmitz. «Enamoramientos secretos del mismo sexo» no se emitió.
Schmitz reaccionó a la noticia, luciendo «visiblemente incómodo» cuando Jones sacó a la luz más sentimientos de Amedure.
Tras la revelación inicial, Schmitz reaccionó con una carcajada y dijo: “Me mentiste”, mientras parecía ver el lado alegre de la revelación. Las imágenes del juicio revelaron que Amedure y Schmitz fueron juntos a un bar después de la grabación, según Radio Times.
Tres días después, Schmitz retiró dinero para comprar una escopeta y asesinó a Amedure.
Con esto comprobamos que los medios de comunicación miden sus contenidos con una doble vara.
Los medios son responsables de situaciones como la cachetada de Will Smith, la muerte de Amedure, y el intento de un golpe de estado en los EEUU.
De modo que esta en sus manos que no se vuelvan a repetir situaciones violentas, o trágicas, y que la próxima vez traigan a la producción del Óscar unos buenos libretistas.
Hollywood esta repleto de guionistas, libretistas, y escritores de calidad.
Ese detalle posiblemente hubiese evitado todo ese lamentable suceso.
Basta de tanta improvisación.
Las celebridades invitadas parecieron acaparar el espacio que alguna vez fue ocupado por los verdaderos actores, actrices y leyendas del cine que si estaban entre esa multitud de batatas del reality TV, del deporte, de la música, de You Tube y de la nada.
No cabe la menor duda que los espectáculos televisivos han perdido brillo, y protagonismo, la oferta es una cuestionable.
Una de los momentos importantes fue cuando Lady Gaga junto a una Liza Minnelli, delicada de salud tomaron el escenario.

Prefiero recordar este tierno momento de camaradería entre artistas, a una noche que la historia popular la recordara por mi.
Debe estar conectado para enviar un comentario.