Las carreras del ROYAL ASCOT un desfile de sombreros extravagantes y mucho champán…

Con plumas extravagantes, que desafían la gravedad o simplemente extravagantes: hay sombreros, y luego están los sombreros del Royal Ascot.

Cada mes de junio, miembros de la realeza británica, aristócratas y miles de faranduleros invitados visten sus mejores tocados para el Royal Ascot, un glamuroso evento anual de carreras de caballos que se remonta a 1711, cuando la reina Ana fundó el hipódromo de Ascot en Berkshire, al sur de Inglaterra.

La bonanza de una semana es la reunión de carreras más popular de Gran Bretaña, con unos 300,000 visitantes que asisten durante cinco días. Es el lugar para ver y ser visto, y los fotógrafos tienen muchas opciones cada año con un desfile de sombreros y vestidos deslumbrantes para las mujeres y sombreros de copa y frac formales para los hombres.

La reina Isabel II, una ávida amante de los caballos y propietaria y criadora de muchos caballos, no asistió al evento este año, según se informa, es la primera vez que la monarca de 96 años se pierde Ascot en 70 años. En cambio, el príncipe Carlos y Camilla, el príncipe William y Kate y otros miembros de la realeza ocuparon sus lugares en la tradicional procesión de carruajes.

El Ascot de este año coincidió con una pequeña ola de calor que bañó Gran Bretaña y partes de Europa con un sol abrasador, con temperaturas que alcanzaron los 33 grados centígrados el viernes, el día más caluroso del año hasta ahora en el Reino Unido.

as que a los invitados se les dijo que el famoso y estricto código de vestimenta de Ascot se relajaba por seguridad contra el calor.

A los hombres se les permitió quitarse las chaquetas, las corbatas y los sombreros de copa, pero solo por la tarde, una vez que había terminado la tradicional procesión de carruajes de los miembros de la familia real.

Ciertamente la carrera de Ascot es un evento de alta reputación pero ya no es aquel evento de puro lujo y esplendor que sale en la película My Fair Lady, y que ha quedado en la conciencia colectiva de los cineastas. Aunque esa escena es producto de la imaginación de Hollywood, también es cierto que durante esta edicion de Ascot la formalidad se quedó en la puerta y los excesos fueron más allá de los llamativos sombreros.

Prueba de ello fue la gran cantidad de alcohol consumido y personas tiradas en el suelo intoxicadas…